Por: Ángel Cahuapaza Mamani (Historiador)
Territorio de El Alto como punto de transito obligado (foto aprox. años 40's) |
Los
asentamientos humanos en la región de la actual ciudad de La Paz, se encuentran
desde el año 1.500 a. de C., hasta el año 100 después d C. Este periodo en
términos de la arqueología es denominado como Formativo.
Este
periodo se presenta en los valles como Achocalla y en la zona de Pampahasi,
donde encontraron evidencia material visualizados en material cerámico, lítico
y construcciones domésticas. El tipo de material encontrado correspondería a
Chiripa Tardío para el caso de Achocalla. En el caso de Pampahasi no muestran
mayores datos al respecto, salvo que aparentemente el material encontrado por
el proyecto pertenece a Chiripa Medio.
Unos linderos idealizados de Pacasa vistos desde Cantapa (Pärssinen, 2005: 238) Trazado y identificación de El Alto (Ángel Cahuapaza, 2018) |
Ubicación actual de El Alto |
En
ese sentido, los primeros asentamientos de pobladores se realizaron en el
sector de la actual Achocalla (circundante a El Alto), y Pampahasi (circundante
a la ciudad de La Paz), donde se encontró material cerámico y construcciones
domesticas que pertenecen a la cultura Chiripa del periodo formativo (1.500 a.
de C.- 100 d C.). De la misma forma, estudios señalan que los asentamientos
circundantes al espacio territorial del Valle de La Paz (actual ciudad de La
Paz), fueron Chiripa y Wankarani.
Cultura Tiwanaku |
Asimismo, la cultura Tiwanaku fue otra
de las culturas de las cuales se tienen evidencias en proximidades del valle de
Chuquiapo. La influencia de Tiwanaku (400 – 1050 d. C.) fue visible por la
proximidad de su capital política y religiosa y por las diferentes materias
primas del valle tales como oro, coca, maíz, madera, etc. Así mismo, Tiwanaku
en el Horizonte Medio de años 100 a.C. a 1.100 d.C. fue hegemónica y la
correlación con distintas culturas varía según la región. Se evidencia esta relación a través de la
presencia de centros ceremoniales y de la cultura material, como son los
objetos de prestigio y rituales (tazones, kerus, y objetos ceremoniales
fabricados en oro y cobre como pecheras, diademas, brazaletes entre otros)
hallados en los distintos asentamientos presentes en la actual urbe paceña que
fueron los vehículos culturales de prestigio Los sitios reportados para este
periodo se hallan representados en los barrios de Pampahasi, Miraflores,
Sopocachi, (anco-anco), Llojeta, Achumani, entre otros. Cuando Tiwanaku tuvo su
misteriosa desaparición, la región quedo desierta, ocasionando migraciones a
varias regiones, entre ellas al valle de Chuquiapo.
La
cultura aymara y/o señoríos aymaras, también tienen sus asentamientos próximos
al valle de Chuquiapo en los años 1.100 d.C. hasta 1.400 d.C. Antes de la implantación de los Incas en el
Collao, la población aymara, repartida en varios señoríos, constituía la etnia
dominante tanto desde un punto de vista numérico como político. Según los
resultados de la visita de Toledo (1575), ésta representaba un 70% de la
población total del Collao, o sea aproximadamente unas 260.000 personas.
Señorios Aymaras según Luis Capoche |
La parte del Collasuyu, que es la del
Collao, que está poblada de las naciones contenidas en las capitanías, se
dividían en dos bandos, que llamaron Urcusuyu y Umasuyu, que quiere decir (lo
primero) gente que habita en los altos de los cerros, que tienen este nombre
urcu, y los umsasuyu en lo bajo y llano, riberas de las aguas que en esta
lengua llaman uma, otros dicen que significan los urcusuyus gente varonil y
esforzada, porque por este nombre de urcu se entiende lo masculino, y los
umasuyus (lo) femenino.
Con
respecto a la localización territorial de los grupos de urcosuyu y umasuyu,
según lista proveída por Luis Capoche sobre los registro de mitayos potosinos,
se realiza la repartición de los señoríos aymaras según la división urco/uma,
como ser: Urcosuyu ( Canchis, Canas, Collas, Lupacas, Pacajes, Carangas,
Quillacas, Caracaras; y Umasuyu (Canchis, Canas, Collas, Pacajes, Soras, Charcas, Chuis, Chichas.
Chullpares aymaras en Achocalla |
Las
Chullpas, que son grandes construcciones funerarias, reflejan la presencia de
la cultura aymara de Pacasa (Pacajes)
en el territorio del valle de Chuquiabo. La cultura material se encuentra en la
presencia de restos cerámicos correspondientes a fragmentos de ollas, cantaros, jarrones, y artefactos
que, fueron hallados en Villa Pabón, Plaza Carrasco, y San francisco, además de
los valles aledaños como es el caso de Achocalla, en el sector conocido como
Chullpani
La
presencia Inka entre los años 1.400 d.C. a 1.500. d C., tuvo el territorio
denominado Tawantinsuyu, que conformaban los cuatro suyus: Chinchaysuyu,
Contisuyu, Antisuyu, y Collasuyu. La región del valle de Chuquiapo, asentada
por el señorío de Pacasa pertenecía al Collasuyu.
Al
parecer, en la primera mitad del siglo XV, tanto Inka Viracocha como Pachakuti
Inka buscaban alianzas con el señorío Colla y el señorío Lupaca. No obstante,
una vez Pachakuti había ganado los conflictos internos de Cuzco (1438),
conquisto tanto Lupaca como Colla y también Pacasa, el tercer señorío de la
entidad nuclear que conocemos con el nombre de Collao. Hacia finales de
Tawantinsuyu, cada uno de estos señoríos contaba entre 20.000 hombres a. unos
100.000 habitantes.
Metales preciosos Inka (Museo de Oro - La Paz) |
Por
lo tanto, los Inkas tienen registro de presencia en el valle de Chuquiapo, por
medio de los restos arqueológicos visualizados en la cultura material como por
ejemplo: Aribalos, platos, cuencos y restos de material áurico, y los restos de
cultura material hallados en los sitios aledaños a San Francisco, Chasquipampa,
Sopocachi y Chuquiaguillo.
En
consecuencia, podríamos decir que el actual territorio de El Alto fue punto
fundamental de tránsito para las culturas Chiripa, Wankarani, Tiwanaku, Aymaras
(Pacajes), e Inkas (Collasuyu - Valle de Chuquiapo), ya sean para el
intercambio de objetos o el comercio posteriormente.